lunes, 21 de diciembre de 2009

Sábado a la noche. Boliche de Palermo. Cumpleaños.

Cena, risas, música, canto, baile. Fiesta, fiesta, fiesta. Piza, cerveza, caipiroskas.
Eran las 5 am cuando Buenamigo (perdón por la copia del apodo, pero aplica perfecto) decidió volver a su casa. Mi amiga, mi hermana del alma, con la que compartí casi el 100% de mi vida me sorprendió con la noticia de que dos años atrás, cuando dejó de salir con él, lo hizo por mí, porque pensó que a mi me gustaba (aún cuando yo estaba de novia).

Confusión, confusión, confusión. Charla melodramática en el colectivo. Risas.

Era ya el mediodía del domingo cuando mis ideas se aclararon. Mail va, mail viene. Cuentas claras conservan la amistad, amoríos claros también (no es que hubiera posibilidad de que me peleara con ella, pero bueno, es una forma de decirlo en pocas palabras).

A la noche Buenamigo me pasó a buscar, se acababa de pelear con la novia y hacía mucho nos debíamos una charla. Caminamos incontables cuadras y sí, a veces la soledad pesa mucho, a veces flaqueo, a veces las amistades mixtas incluyen estas cosas. Tres años era mucho tiempo sin que pase nada entre nosotros...

2 comentarios:

DanielayeléN dijo...

CHAN CHAN CHAN

buenamigo, es quien yo creo?
oh my god!

O(ʜ)livia dijo...

jajajaja, no pasa nada por la copia, no es nada tan original mi apodo. y siemrpe hay algún buenamigo por ahí.
y bueno... lo que pasó sería una cuetna pendiente. más que nunca, en estos tiempos, creo que también tengo una cuenta pendiente, me estoy preguntando si no hay finalmente algo de su parte, ahora que ya no quiero saber de nada.