viernes, 26 de diciembre de 2008


Mi inconciente tiene por costumbre jugarme sucio cuando menos me lo espero. Cada vez que creo que puedo controlar mis pensamientos él me demuestra que sigue ahí, siempre ahí. Que no va a dejarme negarlo jamás, que aunque sea en la ridiculés e incoherencia de un sueño va a aparecer. Maldito inconciente, maldito Freud, maldito psicoanálisis. Si no me hubiese pasado tantas veces no podría creer que un sueño influya tanto en el después, cuando abriste los ojos, cuando ya viste que nada era de verdad. Todo el día presente, tu carita pegada a mis pupilas. Ya, en serio, no se qué es lo que me une a vos, pero evidentemente es algo fuerte. Creo que entendí como son las reglas de tu juego; pero no quería pensar en vos, hoy no quería.

viernes, 19 de diciembre de 2008

domingo, 14 de diciembre de 2008


I`m so tired, so tired of trying...
Ok, listo, basta. Me cansaste. Llegó, una vez más, el momento del "hasta luego", y no es "chau" porque se que vas a volver a mi vida, siempre lo hacés, siempre lo hiciste y, aunque tal vez debiera hacerlo, no me molesta. Me tomo vacaciones, vacaciones de vos, de tus rayes, de tus malhumores, de tus contradicciones. No tengo ganas seguir gastando mis energías en esta calesita. Cuando vuelva de Brasil, completamente renovada, capaz, si no tengo nada mejor que hacer, siga con este jueguito.
Por ahora te digo "hasta pronto bombón", pasala lindo y disfrutá. Nos veremos algún día y estarás tan hermoso y vueltero como siempre. Yo voy a estar tan sonriente y fastidiosa como siempre, tan contradictoria. Siempre iguales, siempre esperando, siempre haciendo nada...


Es tiempo de cambiar de aires, cambiar la ruta, cambiar las formas, cambiar.

miércoles, 10 de diciembre de 2008


Tan iguales que nos desencontramos, tan parecidos que no podemos estar juntos. Odio actuar como actúo, detesto el papel que me tocó. Odio que hagas lo que hacés, detesto el juego que jugás. Me enferma la fuerza que nos mantiene unidos pero separados. Tengo que vencer la inercia. Por qué nos parecemos tanto? Sabemos que queremos lo mismo pero no nos dejamos practicarlo. Podría hacer las cosas mejor, ya lo se. Podrías hacermelo más fácil, pero creo que no tenés idea de lo que me pasa. Esto no es amor, ni mi intensión es que lo sea, solo quiero que disfrutemos de este momento juntos.

domingo, 7 de diciembre de 2008

A veces me elevo, doy mil volteretas. A veces me encierro tras puertas abiertas. A veces te cuento por que este silencio y es que a veces soy tuya y a veces del viento. A veces de un hilo y a veces de un ciento y hay veces, mi vida, te juro que pienso: ¿por qué es tan difícil sentir? como siento, sentir, como siento que sea difícil. A veces te miro y a veces te dejas, me prestas tus alas, revisas tus huellas. A veces por todo aunque nunca me falles, a veces soy tuyo y a veces de nadie. A veces te juro de veras que siento no darte la vida entera, darte sólo esos momentos ¿por qué es tan difícil vivir? solo es eso, vivir, solo es eso ¿por qué es tan difícil?Cuando nadie me ve, puedo ser o no ser, cuando nadie me ve pongo el mundo del revés. Cuando nadie me ve no me limita la piel, cuando nadie me ve puedo ser o no sercuando nadie me ve. Te escribo desde los centros de mi propia existencia donde nacen las ansias, la infinita esencia. Hay cosas muy tuyas que yo no comprendo y hay cosas tan mías pero es que yo no las veo. Supongo que pienso que yo no las tengo, no entiendo mi vida, se encienden los versos que a oscuras te puedo, lo siento no acierto no enciendas las luces que tengo desnudos, el alma y el cuerpo.
Cuando nadie me ve - Alejandro Sanz

viernes, 28 de noviembre de 2008


Me repugna tanto lo que siento que hasta me salen las rimas. Odio que me mientas y que tengas razón, odio que alegres mi corazón, pero aún más que me hagas llorar. Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado. Pero sobre todo odio no poder odiarte porque no te odio ni siquiera un poco, nada en absoluto.
ten reazons to hate you

Te juro que no te entiendo, siempre diciendo una cosa y haciendo otra. Sos insoportable. Menos entiendo por qué nunca nos despegamos. Por qué por más que trate de alejarme siempre terminás reapareciendo, no importa que hayan pasado días, semanas o meses. Esta montaña rusa histérica, absurda e idiota empezó hace mucho tiempo y no me puedo bajar. Me cansé de dar vueltas, paré, volví a empezar. Me bajé y me volví a subir. Me mareé y me confundí. Entendí todo y de vuelta me perdí. Este juego ya no es tan divertido. Me aburrí, me cansé, me quiero ir; pero se que no puedo salir hasta que el carrito no deje de correr.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Un día en el semáforo con artistas callejeros
Jugando en el faro
Mariela y Cecilia me mostraron la “vie Boheme” que lleva un estudiante de circo y las rarezas de una vida sin rutina.

Después de una nueva actuación Mariela y Cecilia vuelven a guardar, en su boina, su reciente recaudación. Pero algo brilla entre el dorado de las monedas, una bolsita con un polvo blanco me llama la atención, no puedo creerlo pero las chicas me lo confirman: les acaban de pagar con cocaína.
La vida del artista callejero está repleta de sorpresas. Pasar las horas rodeadas de gente que viene y que va las hizo conocer personas de todo tipo. Los imprevistos de una rutina que no puede planearse llenan los días de estas dos chicas.
El día empieza temprano, Mariela quiere arreglar sus clavas, los elementos que usa para hacer malabares, y necesita trabajar todo el día. Tenemos que llegar temprano porque hay que ocupar el “faro”, la forma en que estos artistas llaman al semáforo, antes de que otro lo haga. No podemos perdernos la franja horaria más transitada: de ocho a diez de la mañana, cuando la gente empieza su día.
Aunque celebra no tener un jefe que la controle, Mariela reconoce que “hay que ser responsable”, porque “si no se trabaja, no se cobra”. Así, cada mañana llega al cruce de las avenidas San Martín y Díaz Vélez con sus rollers y su mp3, sus calzas de colores y unas rastas rubias brillando en su cabeza.
Regala una sonrisa a cualquiera que quiera verla, disfruta de lo que hace y eso se nota. “La peti”, como la llaman sus amigos, parece querer poner de buen humor a los trabajadores en el comienzo de la jornada laboral. Algunos, como dice Mariela, “tienen la cara siempre seria porque son así”, pero de una u otra manera, la alegría se filtra constantemente entre semáforo y semáforo.
Pasar el día al aire libre y viendo a miles de personas pasar, le permite a Mari reencontrarse con viejos amigos y conocidos. Aunque no todo es divertido. Estar siempre al aire libre también tiene sus contras y con un solo día me alcanzó para sufrirlas: Una paloma me cagó encima.
Los vecinos nos saludan, el quiosquero la felicita por su arte, los nenes se quedan mirándola alucinados y hasta los perros se ponen felices cuando la reconocen parada en la esquina. Charlamos con grandes y chicos, sin embargo, no siempre hay buena onda.
- ¡Trabajá vaga de mierda! – grita un chico que camina por la vereda mientras Mariela hace su rutina frente a los autos. Afortunadamente “La Peti” no lo escucha y sigue con su tarea. No todos aceptan la vida bohemia.
Cuando el faro se ilumina en verde, si nadie se le acerca, La Peti aprovecha para practicar nuevas rutinas; prueba nuevos malabares y diferentes “juguetes”, como les dice a los elementos que utiliza: pelotas, cintas, nuevas clavas; la variedad hace del show algo mucho más vistoso. Los minutos entre rojo y rojo del faro no permiten un descanso.
- ¿Nos cambiás monedas?- preguntan unas chicas que necesitaban tomarse un colectivo y la respuesta de Mariela me sorprende.
- No puedo porque las cambio por comida- contesta y explica que los artistas callejeros las cambian en restaurantes, heladerías o kioscos y los dueños de éstos, además de darles la misma cantidad de dinero en billetes, les regalan mercadería, agradecidos ya que conseguir monedas hoy en día no es tarea fácil.
Después de dos horas y veinte pesos en mano, Mariela decide tomarse un recreo.
- El sol está muy fuerte y hace mal- me dice, y agrega, - hay que cuidarse-.
Va a visitar a la mamá, que vive a tres cuadras, y vuelve más tarde.
Para la segunda parte de la jornada Mariela viene acompañada. Cecilia, una amiga, llega para aggiornar la presentación. Cruzamos a la plaza de en frente para que las chicas practiquen una nueva rutina. Ceci, acróbata, no va a poder quedarse parada de manos mucho tiempo porque el calor sofocante hace que el asfalto queme como fuego.
Con sus “pájaros” (cintas de colores que mueve haciendo figuras en el aire) y sus acrobacias, Cecilia complementa el trabajo de Mariela y crean un mini circo en la calle cada vez que el verde del semáforo le da paso al rojo y le abre la barrera al colorido espectáculo.
Hace tres años que Mariela “juega” en los semáforos. Pero más allá de divertirse, también se perfecciona. La semana pasada, por ejemplo, participó de una convención de circo. Si está todo el día en la esquina gana alrededor del 80 pesos y eso lo reinvierte en “juguetes”. Durante sus vacaciones también trabaja. Va con sus clavas a todos lados y cuando se aburre sale a la esquina, ¡Eso si que es hacer lo que a uno le gusta!
La de hoy no es una buena tarde, y el heladero que comparte esquina con nosotras nos lo confirma; ni él, con los 30 grados de calor que hace, está vendiendo. No sabemos si es culpa del clima, de las malas noticias o de la crisis mundial, pero las recolecciones no están siendo buenas esta vez. Sin embargo, las sonrisas nunca se borran de sus caras, “La Peti” y Ceci son felices en su circo callejero, para ellas más que un trabajo, esto es un juego.
No están recibiendo muchas monedas, pero si les dan un paquete de papas fritas de Mc. Donnals a medio comer que nos encargamos de terminar, y algo que nos provoca mucha ternura: un nene les regala una cadenita con un corazón.
No somos solo los argentinos los que “pagamos” con cosas extrañas. Las chicas viajaron a Bolivia y a Brasil y me cuentan las rarezas que les dieron. Desde 100 pesos bolivianos (50 pesos argentinos) hasta una caja de Garotos sin abrir. Desde alcohol hasta cigarrillos, desde comida hasta marihuana. Hay de todo en este mundo y el arte callejero te permite conocerlo.
Así, entre obsequios extraños, charlas y saludos, va pasando la tarde. Alrededor de las cuatro llega Emiliano, el novio de Ceci, y se queda haciéndome compañía mientras las chicas montan su circo y alegran los altos del semáforo.
Durante el verde del faro esperamos en la sombra y tratamos de hidratarnos. Ceci va a llenar la botellita de agua a la heladería; aunque no sea fría, al menos nos refresca. El calor es insoportable y Emi me ofrece un helado. El heladero aprovecha para levantar sus ventas de la tarde. Los trabajadores de la esquina se colaboran mutuamente.
Mientras comemos el helado, Emiliano saca su celular. Es él el encargado de llamar al “tranza”. Las chicas juntan la plata y media hora más tarde llega el dealer con el pedido.
- El artista callejero llama y pide porro - me confiesa Emi para ayudarme a completar mi informe.
Mi trabajo final de" Redacción Periodística" de TEA

jueves, 20 de noviembre de 2008



Hoy me sentí fuerte, me sentí dispuesta a todo. Lista para hacer sin preguntar, para no pedirle permiso a nadie, ni a mi misma. Sentí que de repente los límites se borraban y que nada me impedía "medir mi acrobacia y saltar", como dirían los Redondos. Nada más me impide hacer lo que siento. Crecí mucho este año, siento como si estuviera rellenando espacios que había vacíos adentro mío, como huecos que todo el tiempo quise llenar con terceros sin darme cuenta que la única capaz de llenarme y completarme era yo. Esas marcas ya no están más, esos agujeros no existen, las heridas se van cerrando y ahora soy otra persona. Me siento fresca, renovada, lista para salir a la vida; preparada para recibir golpes, para aprender... No se si es una sensación momentánea (espero que no porque la vida se ve realmente mucho más rosa desde esta posición jaja) pero sinceramente me siento valiente, siento que puedo, se que puedo. Ya me siento lista para dejar de teorizar adentro de mi burbuja, la vida está afuera y necesito sentirla. Es hora de que la protagonista de la película sea yo. Basta de poemas que no lee nadie más que yo, basta de vivir historias solo mientras duermo (siii que te harías un re banquete conmigo amigo Freud, poooff), basta de cháchara pliiis noeee!

lunes, 17 de noviembre de 2008


Yo no se porqué, pero escuchar esta canción me envalentona y me da ganas de hacer muchas cosas. Me hace sentir muy bien.



Ella se ha cansado, de tirar la toalla,va quitando poco a poco telarañas. No ha dormido esta noche, pero no está cansada. No miró ningún espejo, pero se siente toa’ guapa. Hoy, ella se ha puesto color en las pestañas. Hoy le gusta su sonrisa, no se siente una extraña. Hoy sueña lo que quiere, sin preocuparse por nada. Hoy es una mujer que se da cuenta de su alma. Hoy vas a descubrir que el mundo es sólo para ti, que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño. Hoy vas a comprender que el miedo se puede romper con un sólo portazo. Hoy vas a hacer reír porque tus ojos de han cansado de ser llanto, de ser llanto. Hoy vas a conseguir reírte hasta de ti y ver que lo has lograo’. Hoy vas a ser la mujer que te de la gana de ser. Hoy te vas a querer como nadie te ha sabido querer. Hoy vas a mirar pa’ lante que pa’ atrás ya te dolió bastante. Una mujer valiente, una mujer sonriente, mira como pasa. Hoy no has sido la mujer perfecta que esperaban, ha’ roto sin pudores las reglas marcadas. Hoy ha calzado tacones para hacer sonar sus pasos. Hoy sabe que su vida nunca más será un fracaso. Hoy vas a conquistar el cielo sin mirar lo alto que queda del suelo. Hoy vas a ser feliz aunque el invierno sea frío y sea largo, y sea largo.


Ella - Bebe

Supongo que este será como un diario íntimo virtual, aunque no sea mucho me hace bien escribir... jeje
Ya veré qué es lo primero que subo, y espero que les guste...
besos!
noelí