martes, 9 de marzo de 2010

Estos últimos días estuve, de nuevo, pensando en Primero como una opción viable para salir de mis horas de soledad. Es raro, bastante raro lo que siento. Porque los pensamientos que tengo hacia él no son los que suelo tener hacia los hombres que me "gustan" (por decirle de alguna manera a ese sentimiento extraño que me une a mis candidatos).
Algunas emociones sí coninciden, como que su presencia o ausencia en un lugar me signifique algo más que la presencia o ausencia de cualquier otra persona, o mi cuidado de cada parabla pronunciada al hablar de él o con él. Pero hay millones de otras cosas que no existen en esta extraña relación de un solo lado. Cuando lo pienso, reconozco millones de cosas que no me gustan de él y muy pocas que sí lo hacen y aunque le dé mil vueltas al asunto, sigo pensando que sólo me gusta porque sí, porque capaz algún día que estaba aburrida justo él publico algo en su muro del facebook y fue ese el momento en el que, inconcientemente, entró en mi mente. O quizás porque estoy cansada de los desafíos y algunos me hicieron y hacen creer que no sería difícil "conquistarlo", tal vez porque (y de vuelta mi adicción a las comedias románticas) me gusta la idea de la historia enroscada y el final felz. Quizás, ¿quién sabe?, dentro de unos días me acuerde por qué fue que me lo olvidé tan rápido la última vez que me agarró esta vuelta al pasado y tuve the shorter crash in the world on him.

1 comentario:

Blonda dijo...

Me suena tan conocida esa sensación que casi que lo mismo, hasta con las comas, lo podría haber escrito yo...jeje


un besote