Reírte hasta de tí

- En serio te gusta el amigo ahora?

- Qué se yo!, no sé como fue que pasó, igual no me gusta tanto como me gustaba él... o sea, él me sigue gustando pero... lo que sentía lo sigo sintiendo pero... o sea... No, bueno... Ok sí, me gusta el amigo.

En algún momento no me quedó otra que despegarme de mi ilusión (esa que me hacía visualizar cada momento cotidiano con El Actor). No dejé de sentir lo que sentía, ni dejé de pensar lo que pensaba. Simplemente me vi obligada a apagar la máquina de mi cabeza que me hacía visualizarme constantemente al lado suyo.

Una vez que dejó de funcionar, una vez que corrí a El Actor del foco, apareció alguien más, que resultó ser el amigo.

Y de repente voy para atrás y me parece que siempre me gustó el amigo, pero no, no me gustaba. Porque El Actor es perfecto, y está antes que él, está arriba en el podio por mucho.

Sí, pero El Actor tiene novia, está enamorado. Y quizás, quien te dice, fue un anzuelo que me puso el destino para acercarme al otro jovenzuelo. No?