domingo, 1 de marzo de 2009

Uno que me emboba, con cada foto, un poquito más. Que me puede con esos ojos de nene chiquito y esa sonrisita pícara. El otro que me hace retroceder años en mis relaciones con el sexo opuesto. Que hace que de repente me encuentre teniendo celos por nada, que tiene ese no se qué que yo sola le veo y que me derrite por dentro, que me vuelve irracional, que no me deja más que ganas de verlo YA. Es la diferencia entre el “me encanta” y el “es que es él… es taaan…” (Dicho con una sonrisa y un brillo irreproducible en los ojos) que los hombres jamás van a entender.


Maldita manía de colgarme en Facebook, termino así, un domingo a las 12 am, con futbol de primera de fondo, filosofando sobre mis no-amores.

1 comentario:

Fran dijo...

Jajajajaja buena reflexión

Ojo con los facebooks porque hay muchas fotos que engañan y más las de perfil.

Besooo