lunes, 9 de agosto de 2010

La vida volvió a cambiar, los objetivos, no tanto.

Y al final fue solo un posteo, y nunca más pude volver. Ahora volví después de 3 meses en los que me absorbió un trabajo que prometía ser una cosa y terminó siendo otra.
A medida que fue pasando el tiempo me fui dando cuenta que no todo era ni iba a ser lo que tenía en mente. Con el correr de las semanas iba encontrando más elementos que no me terminaban de cerrar, pero me hablaba a mi misma y me decía: "Noe, es un esfuerzo, todos en la vida lo tienen que hacer en algún momento", y así hacía de tripas corazón y seguía a las 6.30 en la parada del colectivo, sufriendo bien de cerca la "ola polar".
Y seguía durmiendo 5hs diarias, y seguía sin ver amigos, y seguía sin salir, y seguía... Seguía dejando mi vida en ese lugar, confiando en un futuro promisorio y una estabilidad laboral que hace mucho venía necesitando.
Pero algo salió mal en mis planes. Al cumplirse los 3 meses de pertenencia a la empresa y acusando problemas económicos me echaron. Y valieron muy poco las horas de vida que dejé ahí adentro, y valió muy poco la salud que también dejé, y valió muy poco todo mi esfuerzo.
Después del asombro y la bronca vino el autoconsuelo, "si el destino me quiso sacar de ahí, por algo lo hizo", pensé, y tenía razón. A menos de una semana de dejar de trabajar tenía una propuesta laboral mucho mejor y acorde con mis necesidades y tiempos.
Ahora, cuanto más me despego de ICC Baraldo Comunicación, y cuanto más conozco otros ambientes laborales, otras empresas y otras oficinas, más me doy cuenta de que echándome me hicieron un favor enorme. Me obligaron a alejarme de un empleo que me mantenía en tensión constantemente, que me obligaba a vivir en una fachada de falsedad insoportable porque "la imagen es todo".
Lástima que no les importe la imagen que dejan cuando tratan de esa manera a sus empleados, cuando los echan porque no les pueden pagar los miserables 1300$ que me pagaban cada mes. Cuando uno de sus directores manda CV's a otras empresas y se endeuda hasta la médula porque con 40 años todavía no aprendió que tener un Audi no te hace mejor persona...

En fin, me descargué y actualicé un poco este espacio que tan bien me hace y tan abandonado tenía.

Besos para todos, volví y seré millones ¿?

1 comentario:

JuanT dijo...

Si, tienes razón: a veces lo que parecen malas noticias no lo son tanto, sino que son nuevas oportunidades que ni siquiera estabas considerando.

Me alegra que las cosas te funcionen. No te conozco, pero me alegra igual, porque es bueno saber que de las malas también se sale.

Saludín,

JuanT